¡Busca, mejor, [el bien de] la Otra Vida, por medio de lo que Dios te ha dado, sin olvidar, no obstante, tu [justa] parte en este vida; y haz el bien [a los demás] como Dios ha hecho el bien contigo; y no quieras sembrar la corrupción en la tierra: pues, ciertamente, Dios no ama a los que siembran la corrupción!"