Y cuando Nuestros emisarios vinieron a Lot, éste se sintió profundamente apenado por ellos, viéndose incapaz de protegerles; pero dijeron. "¡No temas, ni estés triste! Ciertamente, te salvaremos a ti y a la gente de tu casa --a excepción de tu mujer, que será de los que se queden atrás.