Y, HE AHÍ, [Oh Muhámmad,] que dijiste a aquel a quien Dios había favorecido y a quien tú habías favorecido: "¡Conserva a tu esposa, y sé consciente de Dios!" Y ocultabas dentro de ti algo que Dios iba a sacar a la luz --¡por miedo a [lo que] la gente [pudiera pensar], cuando era a Dios sólo a quien debías haber temido![Pero] entonces, cuando Seid dio por concluida su unión con ella, te la dimos por esposa, para que [en el futuro] los creyentes se vieran libres de reproche por [casarse con] las esposas de sus hijos adoptivos cuando estos den por concluida su unión con ellas. Y [así] se hizo la voluntad de Dios.